domingo, 21 de agosto de 2016

Este fue un pequeño relato para un grupo de lectura. Nunca lo compartieron, ni lo entendieron. Espero que vos sí, lector.

Bla, bla, bla.



Tac, tac.
Tac, tac, tac.

La pequeña máquina de escribir suena desde la noche pasada, dentro de una habitación alumbrada por un candelabro, la luz de la luna y los primeros rayos del sol en el amanecer. Sabe que sus demonios no lo dejaran en paz hasta que termine lo que le obligan a escribir. El anciano es atormentado por criaturas que comen sus recuerdos, sus vivencias, sus amores y sus pérdidas.

Cada palabra escrita es un alma destrozada. Estos seres le obligan amenazándolo con destrozar, humillar y arruinar su línea familiar. Al fin de cuentas, ¿ustedes no sacrificarían a toda la humanidad solo para que su familia estuviera a salvo? Si todo esto sucediera sin que su familia lo supiera, ¿no lo harían? Solo está protegiendo a sus seres queridos, no merece ser juzgado por ningún humano falsamente honorable.

-Vamos viejo, quiero a la niña. Me volveré de verdad una asquerosidad pervertida con ella. Siempre quise someter a la pequeña hija del ingeniero a mis peores perversiones. Escribe la línea y la iré a buscar.

-No te desesperes Kuk, aún falta un poco más antes de que te diviertas. Ten paciencia. Es mi turno de salir de la mente de este asqueroso pedazo de vejez humana.

-Por favor, esto no puede continuar. Ya he escrito demasiadas muertes. Dejen este mundo.

-Perdón pero no podemos hacer eso. De verdad es más divertido esto. Deberías agradecernos lo que hemos hecho por ti. Continúa con el relato.


***

La lluvia caía sobre su rostro, mientras esperaba el carruaje que lo llevaría al lugar de encuentro. Sus escritos serian sepultados para siempre. Sus ojos solo miraban al suelo y el mar de lágrimas que corría a sus pies, buscando el perdón de todas las personas que habían sido sacrificadas por su egoísmo.

Detrás de la lluvia diviso un carruaje con dos caballos. La carroza llego a gran velocidad y de no haberse movido a un costado, tal vez, los pobres caballos hubieran caído en el abismo de su capa. Una vez dentro del carruaje escucho la voz de quien sería el conductor.

-¿A dónde señor?

-A donde viven los sueños- conteste.

-Oh, entonces hasta la grieta de la realidad.

Y así comenzó el eterno pero corto viaje. En mis manos sostenía los escritos que contenían sueños muertos, perdidos y cumplidos. El problema es que eran demasiado grandes para este universo, tan oscuros y luminosos como para cubrir el final de los tiempos y superar el límite del infinito. Una vez libere un sueño cumplido en esta realidad y la locura nació en la tierra. ¿Quieres que te diga quien nació cuando deje un sueño de lado y jamás lo cumplí?

A través de la ventana de la carroza veo un ángel siendo abusado por los humanos y un demonio repartiendo pecados para que sigan haciendo atrocidades con el celestial. Las guerras terrestres pasan al otro lado de la carroza, caballeros matando en nombre de dios, hombres queriendo imponer la superioridad racial, homofobia en todo su esplendor provocada por homosexuales. Mujeres golpeadas por los buenos samaritanos de sus esposos, mujeres que prefieren ese trato en vez de hacerse valorar. Dios se esconde tras las nubes del cielo.

Es triste ver estas cosas, ver que el mal ganó. Darnos cuenta de esto y crear salidas de escape sin hacer frente a esta entidad. Haber creado el amor, los lazos, la ficción, los superhéroes… todo es lo mismo. Todo es un escape del mal, pero ya estamos consumidos.

¡Gracias a las dimensiones! En el horizonte se ve la fisura cortando cielo y tierra a la vez. Si, el horizonte es un plano de dos dimensiones, el cual debo cruzar.


***


-¿Te gusta lo que hicimos en el cielo? Lo hemos pintado para ti. Si, tal vez sea un poco excéntrico pero bueno fue la única utilidad que le dimos a todos esos cuerpos del revés que teníamos. Tienes que reconocer que los órganos internos son una linda decoración.

-Cállate, Kuk, das pena. No has aprendido nada. La niña ya es toda mía, de nuevo por primera vez. Y tú… la única forma en la que dejaras de escribir es cuando te obliguemos a comerte las manos luego de que te arranques los ojos.

 No creí que todo siguiera aun aquí, se supone que no me seguirían dentro del túnel. Me equivoque. Solo quiero que todo esto se detenga. Pero no es así. Mis manos son tan finas como una hoja de papel, la carroza se volvió igual pero en otro sentido, comprimiendo mi cuerpo y haciéndome experimentar un terrible dolor físico. Aunque mi cuerpo y sentidos estén siendo distorsionados puedo ver el camino que seguimos, veo todos esos garabatos que hacíamos para defendernos de nuestra aterradora imaginación. Esos pequeños vasos de agua que contenían tantos monstruos en las enormes profundidades. Estos seres que me obligan a más, los liberan. ¿Por qué crecemos?

Ver esas gigantescas garras emergiendo de un vaso tan diminuto… no puedo comprenderlo. ¿Cómo pude dejar que esto pasara? Solo puedo cerrar los ojos tan fuerte que sangran mientras prosigue el viaje. Los sonidos de odio y sufrimiento llegan a mis oídos pero no respondo ante ellos, solo sigo escondiéndome como el niño miedoso que aun soy.

No sé cómo describir esto, pero fue una extraña sensación, a nivel emocional, recobrar las tres dimensiones otra vez. Sentí la carroza detenerse y mire por la ventanilla. Era el lugar, donde viven los sueños.

-Llegamos señor.

-Gracias niño.


***

A mis espaldas veo el autobús, que fue una carroza, irse, mezclarse entre otros de su misma especie y material. El aire me intoxica, mis venas se comprimen, la ciudad me transforma de a poco en otro eslabón. Aunque sé que ya no soy el anciano que subió a la carroza no quiero ver la desfiguración que el tiempo, junto con mis fantasmas, provoco en mí. Mis ropas no son las de un hombre adulto, dentro de este nuevo cuerpo soy una burla de lo que fui. Solo debo seguir avanzando.

-Bienvenido al pasado- era Kuk, saludándome en mi mente mientras usaba mis ojos para disfrutar de los jóvenes ocupantes de este tiempo futuro- Aunque no es tu pasado, sino el mío.

No los escuches, no prestes atención a las atrocidades que introduce en tu mente cuando te obliga a mirar los cuerpos de las adolescentes sensualmente vestidas… Diablos, es muy difícil no desear causarles dolor y sufrimiento, haciéndoles recordar lo que de verdad importa…

Cruzando la calle logro llegar ante la puerta del sitio. Solo me dirijo hacia la escalera que me enviará a la sala de los sueños. Cada escalón me da un choque psicodimensional, cada una de las posibilidades, de las tierras que se encuentran tras la puerta del subsuelo… Mi nariz sangra, mis oídos zumban, mi voz se quiebra y mis ojos arden al abrir las puertas.

-Gracias por traernos. Perdona por el dolor que te causamos y causaremos a través de los tiempos.

-Kuk, él ya nos perdonó antes de que le hiriésemos. Solo te queda abrir los ojos, chico. Adiós.

Lo siguiente fue el mayor espectáculo que jamás había visto. Dentro de la sala encontré una mesa amorfa, con Dioses alrededor, debatiendo sobre creaciones humanas, pensando y creando universos alrededor de ellos y enviando cada una de esas creaciones e ideas a lo que debería haber sido el techo de la sala. Jamás vi un techo, en su lugar vi una infinidad de universos, muchos de ellos salían del aliento de un dragón híper-dimensional. Océanos de palabras controlaban el tiempo y espacio, olas tan grandes como los planetas borraban universos tras este paisaje. Algunos dioses jugaban con una especie de espada capaz de dañar a las emociones en su forma física. Otros solo contemplaban las líneas de tiempo, como notas musicales sueltas, escapando a diferentes rincones de la eternidad. Yo solo quería irme, olvidar esto.

-Quédate un momento y cuéntanos tu historia, joven.

Era una de las diosas. Su expresión daba una sensación de alivio y tranquilidad. Quisiera decir que de verdad esas fueron sus palabras pero creo que fue lo que quise escuchar, de otro modo solo hubiera muerto al tratar de entender su verdadera lengua. Solo salí de ese lugar sin decir una palabra, mi historia estaba ya con sus creaciones y solo debían mirar en la dirección correcta. Kuk y Ork se las contarían y serían más divertidas de lo que yo podría contar jamás.


Como nunca fui bueno para finalizar nada, solo te diré que mi historia termina dentro de miles de años, antes del Big Bang, en mi nacimiento… si aún vivo para ese día.

sábado, 4 de julio de 2015

Este titulo se refiere al tiempo transcurrido en el cual se desmoronan las vidas de ciertos personajes (poco desarrollados tal vez) y terminan en la transformación de mi idea inicial con la que comencé a escribir. Recuerden, esto es solo el comienzo.

Un año perdido

Las pisadas resuenan en la calle. El sonido de los zapatos en las piedras produce un chasquido excitante para él. Disfrutó de haberle arrancado los ojos con una cuchara delante de ella. Delante de su compañera y amante. Al parecer caminar juntos por la calle a altas horas de la noche no fue la mejor idea que tuvieron esa vez. Un hombre se acercó por detrás totalmente en silencio y, sin mediar palabra, incrusto la punta de la cuchara  en el borde inferior de la cavidad del ojo derecho. La presiono e hizo saltar el ojo, seguido de un largo hilo de sangre que salpico el rostro desesperado de la muchacha. Lo siguiente que sucedió fue el choque de las tripas en el suelo. Con otro cuchillo abrió el estómago de joven y los intestinos cayeron rápidamente junto con el cuerpo. La cara de la chica fue cubierta de lágrimas de miedo e inmediatamente emprendió la huida. Su escape no duro mucho ya que el hombre tenía más altura, una ventaja contra alguien más pequeño y de zapatos que dificulten su carrera. Al estar lo suficientemente cerca no busco sujetarla con la mano, lo que hizo fue muy distinto. Infringió varios cortes en la espala de la chica. Los chillidos de dolor provocan en él una gran excitación y placer. Al caer la chica al suelo, la siguió. La apuñalo con el cuchillo en las piernas mientras tapaba su boca y afirmaba su pelvis y miembro en los glúteos de la joven. El cuchillo fue nuevamente objeto de puñalada, esta vez en los riñones. Una última puñalada en el estómago y la abre hasta la altura de los senos. Totalmente excitado arranca la blusa ensangrentada de la chica y la huele. Deja el cadáver apuñalado atrás y se dirige al cuerpo del joven amante. Su mirada pasa por toda la sangre e intestinos derramados en el suelo. Un cadáver bocabajo, joven, atractivo, varonil y cuidado. Un cadáver que sirvió para saciar su excitación. 
… 
El piano produce una agradable melodía, la creación de una niña. La melodía suena en la casa, viaja a través de las paredes y llega hasta los oídos de sus padres, que están en el living de la entrada. Solo un corredor los separa de su hija. Están tranquilos, pues la niña está en manos muy capaces. No solo es su profesor de música, también es el mejor amigo de la familia. Charley es como un hermano para Sarah y Samir. El afecto que él siente por ellos también lo siente por la pequeña Ammy, tomándola como su sobrina. Algunas tardes de los sábados se vuelven más agradables con su compañía. Música con la niña y risas entre ellos hacen que el tiempo pase. Y pasa, como en anteriores ocasiones, pero esta vez hay algo diferente. Una llamada que toma Sarah. Una llamada que hace que su cara de alegría sea cubierta por una lluvia de lágrimas. Samir se levanta de inmediato y se apresura a llegar a Sarah, pero es Charley quien llega primero y toma la llamada para dejar que su amigo abrace a la mujer destrozada y hundida en sollozos. La música dejo de sonar. La niña esta con ellos, no entiende que está pasando y solo puede limitarse a abrazar a su madre junto con su padre.

-Que está pasando? –Pregunto Samir, sin tener respuesta. 
-Ammy, ve a buscar a  Shellbey, esta atrás, daremos un paseo con él. ¿Te parece una buena idea?- De esta manera Charley consiguió apartar a la niña de la situación, aunque también necesitó que Sarah le dirigiera una mirada de seguridad, confianza, y el padre asintiera en aprobación -Es… Frank. Esta muerto… Él y Amanda… Los dos… Janet enviara a buscarlos a ustedes dos. No te preocupes por la niña, yo me quedare con ella. 
-Gracias, Charley. Sarah, lamento que esto esté pasando. 
-… No… Esto… Él era mi hermano… Entiendes eso? Y esta… Muerto. 
La mirada de Samir se pierde en los ojos vidriosos de su amada y, en este momento, destrozada Sarah. No sabe cómo reaccionar ante el dolor de ella. No sabe que decir, solo puede limitarse a abrazarla. Sufre al ver las lágrimas correr por el rostro de su querida. No soporta verla llorar, nunca soporto eso. El dolor corre por su cuerpo, llena su corazón y estalla en lágrimas. En ese momento la puerta suena, apresuradamente Samir seca sus lágrimas con las manos lo mejor que puede y se dirige a la puerta cuando nota que lo están observando. Charley está de pie en el pasillo, lleva un pañuelo en su mano. Se acerca a Sarah que estaba parada recostada contra la pared y le ayuda a limpiarse las lágrimas. Samir abre la puerta. 
-Janet nos envió.

Frente a la puerta habían dos hombres de mirada fría e indiferente, su rostro curtido por la edad daban una sensación de veteranos de guerra. Vestían traje negro, sus zapatos relucían de brillo. Se abrieron a los costados y entre ellos se veía el auto estacionado en la calle. Un simple ademan con la mano fue suficiente para que Samir pudiera entender que pedían que fueran al auto.

-Sí, solo necesitamos un momento. Sarah no— 
-Está bien. Tengo que verlo. Saber que le paso. Quien fue el responsable. 
-Sarah, esto puede ser más fuerte de lo que crees… 
Con un suave y lento movimiento, Sarah toma la mano de Samir, levanta la mirada y sus ojos se encuentran con los de su pareja, ambos encuentran la calma que necesitan en el otro. 
-Si estás conmigo puedo soportarlo. 
-Siempre estaré contigo. 
El viaje fue largo y silencioso. Solo escuchaban las ruedes del auto sonando al girar en el suelo. Ninguno de los dos dijo palabra alguna, solo fueron el viaje entero abrazados uno del otro. En un momento como este solo se puede seguir adelante con el amor y comprensión, tal como ellos tenían el uno por el otro. Sus miradas se pierden en la nada, ven fijamente por las ventanillas del auto a la nada. Aunque la mirada de Sarah está perdida de un modo diferente, está perdida en un plano de su imaginación, sus recuerdos. Recuerdos de tiempos pasados con Frank. Desde su infancia, cuando jugaban y peleaban, su adolescencia, aunque más distanciados, los momentos que vivieron juntos, los secretos que se confiaban. Todo eso ya no volverá y tampoco tendrá otro momento de dicha con su hermano. 
Al fin llegan a un edificio aparentemente de oficinas. Los dos hombres abren la puerta trasera y la pareja sale lentamente. No ven en que momento las puertas de vidrio se abrieron, tampoco cuando subieron al ascensor. Antes de darse cuenta están solos en una oficina bastante grande, las paredes tienen un tono bermellón y están sobre un piso alfombrado de rincón a rincón. La voz que les habla hace que vuelvan al momento. Janet los mira desde su silla detrás del escritorio.

-En su estado no creo que deban verlo. Sobre todo tú, Sarah. 
-… Madre… 
-Janet, ella está aquí porque así lo quiso. Merece saber todo. 
-Samir, sabes que te ganaste mi respeto, pero no creo que debas hablar en una conversación entre madre e hija. Yo sé de lo que hablo. Tan solo el informe es fuerte. 
-Fuerte? Fuerte??? Mamá, tu hijo está muerto y tú hablas de un “informe fuerte”? Quien lo hizo? Por qué paso esto? Como haces para estar así, tan firme, después de esto? 
Janet mira a su hija un momento con una mirada fría, pero con dolor, y le da la espalda al momento de volver a hablar. 
-Ya llore la muerte de Frank. Tengo que hacer lo que este a mi alcance para encontrar al asesino, a partir de aquí. El expediente está en el primer cajón de mi escritorio, a la derecha.

Esas fueron las últimas palabras de Janet antes de irse de la oficina. Sarah se dirige al escritorio y busca el expediente. Sus manos le tiemblan al momento de tomarlo.  Sabe que debe seguirá su madre, ella se dirige al sector que tienen como morgue. Allí se encuentran los cadáveres de Frank y Amanda. La puerta trasera por donde salió Janet da a una escalera caracol. Lo único que pueden hacer es descender. Los dos bajan con precaución, están algo asustados de lo que puedan ver. Solo tienen claro que el expediente será lo último que vean, y lo verán juntos cuando estén, relativamente, más calmados. Al fin llegan. Ante ellos se levanta una puerta de acero de unos dos metros. Esta entre abierta, cruzan y se encuentran con Janet, de pie al lado del cuerpo de su hijo. Al acercarse, los jóvenes quedan impactados con lo que ven. Un cuerpo cocido a lo ancho del estómago, con las cavidades de los ojos vacías. Sarah explota en un llanto, se abalanza contra el cuerpo de su hermano pero es detenida por Samir, quien la contiene en un abrazo fuerte mientras le hace llegar su amor y contención.

-Mañana será el funeral. Los mismos señores que los trajeron aquí los recogerán cerca del mediodía. Estén listos. Y sobre el expediente, les dije que sería fuerte. Los forenses ya hicieron su trabajo. En el informe están todos los detalles. Detalles que querrás hablar conmigo Samir.

Al escuchar esas últimas palabras, el chico lanza una mirada fría hacia la madre de su pareja. Sabe que la mujer que esta parada delante de ellos no es una de las mujeres más fáciles de tratar. Las miradas se mantienen un tiempo algo prolongado y al final es él quien habla.

-Cuando vea el informe hablaremos con seguridad. Dalo por hecho.

Con la chica en un estado de dolor, salen del edificio. Fuera están los mismos hombres que los llevaron. El camino de regreso fue más corto. A pesar de que estaba abrazando e intentando consolar a Sarah, él estaba sumido en sus pensamientos. Tan sumido que no se dio cuenta que habían llegado hasta que la puerta trasera se abrió.

-Papá! Mamá! Volvieron! Charley, volvieron. Mira! 
-Sí, es verdad. Pero están cansados o es idea mía? 
-No… No lo sé. 
-A mí me parece que sí. Qué tal si hoy duermes en casa con Shellbey? Él disfruta estar contigo.
-Charley, agradezco que te hayas quedado con ella pero no creo que pueda ir. Mañana será un día largo. 
-Descuida, yo la llevare. Hoy duerme conmigo y Shellbey. Verdad Ammy? 
-Si papá no se enoja. 
-Gracias Charley. Te llamare a tu casa. Pero tendré que hablar con Ammy primero. Ven pequeña, escucha… mañana…

Y así Samir le explica a la niña, lo mejor que puede, que su tío no estará por un tiempo y que ella se quedara con una niñera al otro día. Luego de esa conversación Charley se lleva a Ammy. La niña se despide de sus padres con abrazos, besos y palabras de cariño. Al fin están solos. El informe esta sobre la mesa del living. Samir es quien lo abre y comienza a verlo. Su cara toma una expresión de horror al ver las fotos de la escena del crimen. Los cuerpos destrozados, la calle bañada en sangre, pero entre tanta sangre y ropa desgarrada lo que le impacta aún más es el informe de la autopsia. Violación. El cuerpo de Frank fue violado. Sin permitir que Sarah vea esta parte del informe, ni las fotos, Samir la toma de la mano, la abraza y juntos se duermen en el sofá. El día que les espera será largo.


Prólogo

Buenas, gracias por la visita. Aquí intentaré escribir mis historias, las historias que me hubiera gustado leer como buen aficionado a la literatura fantástica o no tan fantástica. También dividiré la historia (o cuento o como quieran llamarle a mis palabras), subiendo segmentos o capítulos uno por semana. Espero sea de su agrado y si no lo es también agradecería sus antorchas en llamas al momento de buscarme para darme muerte! Desde ya saludos!